Elecciones 2024 en México: Desafíos, Oportunidades y la Calidad de la Democracia
Perspectivas de las Elecciones en México
El año 2024 representa un momento crítico para la política en México, ya que se llevará a cabo una de las elecciones más importantes en la historia del país el próximo 2 de junio. Los mexicanos elegirán un nuevo presidente, un nuevo congreso, así como miles de funcionarios estatales y locales. Esta será la elección más grande en la que el país ha participado, reflejando la creciente importancia de la participación ciudadana en la democracia mexicana.
En este contexto, las encuestas apuntan a que Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial apoyada por el presidente en funciones Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ostenta una ventaja considerable sobre su principal rival, Xochitl Galvez, quien lidera el ticket de la coalición opositora. Sin embargo, en medio de esta competencia, surgen preocupaciones respecto a la calidad de la democracia en México, que ha mostrado signos de deterioro en varios informes comparativos internacionales.
Desafíos y Relaciones Internacionales
Uno de los puntos críticos en la mesa de discusión es la propuesta de reformas impulsadas por AMLO, que buscan alterar significativamente las estructuras electorales, el congreso, los poderes judiciales y otras instituciones reguladoras independientes. Estas reformas podrían conllevar una centralización del poder mayor en la rama ejecutiva y en la presidencia, lo que ha despertado temores sobre la calidad de la gobernanza en el país.
Aparte de las preocupaciones internas, México tiene un papel crucial en el contexto de las relaciones con los Estados Unidos. La nación del norte necesita establecer buenas relaciones laborales con México para poder abordar temas de migración, crimen y comercio, ya que México es su mayor socio comercial y co-productor, apoyando alrededor de 5 millones de empleos estadounidenses.
La migración irregular y el crimen son otros temas de relevancia, ya que la mayoría de la migración ilegal atraviesa la frontera entre EE. UU. y México. Además, el país latinoamericano es la fuente más grande de migrantes hacia los EE. UU., sustentando lazos familiares y culturales para más de 35 millones de ciudadanos estadounidenses.
Por último, la violencia criminal ha aumentado en México, con un número de homicidios que supera al de muchas otras administraciones presidenciales recientes. Este incremento en la criminalidad, junto con el tráfico de fentanilo que contribuye a las muertes por sobredosis en Estados Unidos, posiciona a México como el tercer país con el puntaje más bajo en criminalidad a nivel mundial. La situación plantea serios desafíos durante la campaña electoral y para la estabilidad del país en los años venideros.